Juan Carlos Garde Iriarte es un pamplonés del barrio de la Rochapea "de toda la vida" con 66 años de edad y tercero de ocho hermanos. Se jubiló a los 63 años "sin que me entrara la mili y con 43 años cotizados".
Juan Carlos se ha convertido en uno de los más 'andarines' de Pamplona "todos los días hago unos 20 kilómetros, diez a la mañana y otros diez por la tarde" para recuperarse de un cáncer que le detectaron apenas hace dos años.
Para ello tuvo que dejar de andar en bicicleta, un deporte que le apasiona y en el que ha vivido sus mejores momentos. Fue presidente de Unión Ciclista Navarra durante ocho años hasta 2016.
"Recuerdo etapas. Yo era cicloturista. Entré en la junta directiva en 1996. Fui secretario de la junta en 2004 y presidente de 2008 hasta 2016. Como eras joven tenía todo el día ocupado junto al trabajo, la familia y entrenar en bici. Era un no parar".
"Tengo buenos recuerdos. Sobre todo en la Vuelta a Navarra. Se me ponía la carne de gallina con la variedad de paisajes y de las localidades por las que pasábamos. Te sentías orgulloso de Navarra. Estella, San Adrián, Pitillas... y en Bayona con la Pamplona-Bayona", indica Juan Carlos.
"Había localidades que se volcaban y nos tenían un gran cariño. Hay un recuerdo muy malo del año fatídico que falleció un patrocinador en moto, Zabalza, pero en líneas generales grandes recuerdos que me han marcado para siempre".
"Media vida me ha transcurrido en apenas diez kilómetros. Estudié en el Ave María cerca de Cuatrovientos. Trabajé en industrias y abonos de Navarra 22 años, otros 22 de portero de finca urbana y encima hice la mili en Aizoain. Más pueblerino que yo no habrá nadie en Pamplona".
Juan Carlos explica como se encontró con la enfermedad: "Ya me jubilé y dejé UCN para dedicarme a la familia y seguir haciendo deporte desde fuera. Justo empecé un poco a notar cosas y al final fui al médico. Me detectaron cáncer. Empecé con una quimioterapia y me quedé en 43 kilos de peso".
"Pasé por el quirófano. Otra quimio y ahora me encuentro muy bien con esa cosa de que se va o no se va, pero con un orgullo tremendo de la asistencia sanitaria con los equipos médicos que tenemos, que es algo impagable. Mi agradecimiento al personal de oncología del HUN, en especial a la cirujana Dra Oteiza, a la Dra Vera y al anestesista Dr. Batllori", afirma Juan Carlos.
Ahora lo ve todo desde otra perspectiva: "Antes hacía doce mil kilómetros en bici y me decidí a andar. veinte kilómetros todos los días haya nieve, caiga agua, sea Reyes... lo que sea, y hay tiempo para las labores del hogar y la familia. No trabajando hay tiempo si se quiere".
Juan Carlos Garde reconoce que en estos temas "influye mucho la suerte, el no tener metástasis, la gran salida que tenemos en Navarra con la sanidad, la mentalidad de superación, y el hacer deporte que te entretiene y te despeja mucho la mente. No pensar en lo que sucederá mañana".
"Mi señora (Mari Carmen) se queda sorprendida para bien y mis dos hijos (Iñigo y Ion) que ya son mayores de edad también se quedan sorprendidos de que no paro de hacer deporte. Me quedé en 43 kilos y me caía en casa. Ahora peso 65 kilos, aunque siempre he sido delgado", concluye Juan Carlos Garde que está con unas ganas locas de seguir adelante.
